Un día decidí escribir un no sé qué, un no sé cuándo ni adonde, ni por qué para que nadie entendiera lo que en realidad sucedía en mi interior. Y eso luego devino en yo sé cómo, yo sé cuándo, yo sé dónde y por qué, pero tampoco supieron desentrañar la verdad.Por eso, publicaré algunos de mis cuentos, relatos y poemas.Y tambien textos de autores que dejaron su impronta... Quizás así puedan entender...

sábado, 26 de septiembre de 2009

Un no sé que, un no sé cuando ni adonde ni porqué...


Un día decidí escribir un no sé qué, un no sé cuándo ni adonde, ni por qué para que nadie entendiera lo que en realidad sucedía en mi interior. Y eso luego devino en yo sé cómo, yo sé cuándo, yo sé dónde y por qué, pero tampoco supieron desentrañar la verdad.Perdidos en los si acaso, quedaron miedos, dudas y pasiones. Amores eternos y encuentros furtivos. Largas añoranzas y dichas fugaces. Algún si sé cuándo, y sé con quien, en dónde y porqué fue.Porque si hubo un acaso devenido, no fue por intención sino casual. Porque si quise un real acontecido, no fue, no pudo ser ni lo será.Y por eso, pues no quiero que lo sepan, porque sé quien quise ser; que fui lo que no quería, ni deseaba; que ahora soy lo que soy porque lo quiero; es que sigo escribiendo estas líneas para que quien desee entenderme, no lo haga y, aunque crea que lo logra, en realidad no comprenda nada.¿Y esto por qué? Porque siempre trataron que fuera lo que no quería, que deseara lo que no me apetecía y que eligiera lo que no me interesaba. Nena linda, buena nena. Nena de papá y mamá. Que hacía lo que se debía y no lo que anhelaba.Pero no sé dónde, ni cuándo, ni porqué fue que la nena dejó el sendero y se internó en lo desconocido. Nena buena, nena linda de mamá y papá. Estudiosa, inteligente y respetuosa. Prudente y recatada. Nena mala. Salvaje, apasionada, irreverente, imprudente, curiosa y arriesgada . A quien si sé cuándo, si sé dónde y por qué le ocurrió lo que yo sé, eso que le permitió descubrir que sentía, ardía y se consumía. Que lloraba, que gritaba y que gozaba…Que vivía y que ante ella se abría el camino de la vida, aquel que la tentaba...
María del Rosario Márquez Bello
Derechos Reservados

 
Web Stats