Un día decidí escribir un no sé qué, un no sé cuándo ni adonde, ni por qué para que nadie entendiera lo que en realidad sucedía en mi interior. Y eso luego devino en yo sé cómo, yo sé cuándo, yo sé dónde y por qué, pero tampoco supieron desentrañar la verdad.Por eso, publicaré algunos de mis cuentos, relatos y poemas.Y tambien textos de autores que dejaron su impronta... Quizás así puedan entender...

sábado, 10 de octubre de 2009

Los Perros - Piolin de Macramé

Piolín de Macramé
Florencio Escardó -Mayo 1972
Los perros

El hombre es el mejor amigo del perro. Esa amistad nace de la gratitud. Después de la mujer el perro es el único animal que ha conseguido domesticar al hombre y obtener todo de él sin pedirle nada. Le damos nombre, casa y comida. Como a nuestra esposa. Sin la obligatoriedad de una suegra. Lo llevamos sistemáticamente a dar una vuelta a la manzana. Y lo entrenamos a hacer pipi. Como a nuestros hijos. Sin que nos atormente el complejo de Edipo.
Las hazañas de nuestro perro nos enorgullecen. Y las contamos apenas nos dan pie. Obligándonos caballerescamente a escuchar las del perro del interlocutor. Si procedemos de igual manera con las de nuestro hijo, dicen que estamos bobos. Hay una fratia quinófila. Que une más que el amor a la patria. Y que la bronca al impuesto a los réditos. Los presidentes deberían asistir a las exposiciones caninas, que son exposiciones rurales sin imperialismo.

También existen los quinofobos. Se dividen en dos especies. Los que dicen que de chico los mordió un perro. Lo que no es verdad. Y los que dicen "A mí me gustan los gatos". Como si alguien dijese " A mí me gustan las mujeres" para no sentirse homosexual. Los gatófilos son los antisemitas de los perros.

El perro espeja la ambivalencia del ser humano. Se llama ambivalencia a tener dos caras. Como las monedas. Y las amigas de la esposa. Pero en científico. La ambivalencia es el guante del subconsciente. Porque el revés del guante se pone sobre el derecho de la mano. El subconsciente es el altillo del alma. El altillo es un sótano en el techo. (Observo que me he vuelto ambivalente.) Decimos que el perro es cariñoso y amable. Y de un tipo severo que es un perro. Nos alegra que el perro nos haga fiestas. Moviendo la cola. Que es la sonrisa del perro. Pero se la cortamos obligándolo a una sonrisa rabona. Y cuando alguien rezonga aseguramos que está de un humor de perros. Nos encanta la mirada cordial del perro. Y para rechazar a alguien le ponemos cara de perro. Es lógico que el perro no entienda al hombre. Ya que el hombre no se entiende con el perro que lleva en sí. Por algo cínico signifca perruno . Y una fidelidad perruna es todo lo contrario de una fidelidad cínica.

El perro se llama perro en la vida diaria. Si accede a la crónica policial se denomina can. Lo distinguido es llamarlo por la raza: tengo un boxer, un coker spaniel, un gran danés. Y conocer a fondo el árbol genealógico del animal. Único en el que no se orina. Gracias a ello el poseedor sabe de su perro lo que no sabe de sí mismo: quiénes fueron sus bisabuelos. Es una forma democrática de ingresar en el almanaque Gotha. Se llama almanaque Gotha al ¡Quién es quién? de la nobleza. Y nobleza a la que está en el almanaque Gotha. Que es el studbook de la sangre azul.

De vez en cuando los sanitaristas (deberiían llamarse sanitarios, pero ello ofende a la porcelana) hacen campañas contra la rabia. Es decir, contra los perros. Que son los chivos emisarios de la rabia. nadie vacuna a los gatos atorrantes. Ni a los murciélagos. Se llama murciélago a un animal del tercer mundo. Es un ratón disfrazado de cura. Que tiene un radar personal. Para que nadie lo vacune contra la rabia. A pesar de que la conserva, padece y trasmite. Pero sólo la canina pone a las autoridades sanitarias de un humor de perros.

De un modo u otro, los ingenios de Piolín de Macramé atraviesan a tres generaciones sin representar la tipicidad del lenguaje de ninguna, pues inventa el propio. Malabarismo palabrero que le otorga a estas breves inflexiones una atmósfera extemporánea (“Los militares son los últimos hombres que no se deciden a andar descubiertos. Quiere decir sin cubrecabezas. Les gusta vivir de gorra”).Utilizando la definición (“El tango es el sollozo musical de un sentimiento, cuyo porvenir está en el pasado”), la paráfrasis (“La estadigrafía es la técnica que consigue dar aspecto científico a la verdad. A la mentira. A la semi-mentira. Y a la estadística”), y otras gracias de la retórica, Piolín de Macramé retoma una tradición iniciada acaso en Quevedo, que adquiere rasgos regionales con Fray Mocho, Chamico, Wimpi y Discépolo, y se corrompe en los aforismos psicologistas que tautologizan muchas cursilerías contemporáneas.

12 comentarios:

SUSURU dijo...

Gocé muchísimo leyendo este post.
Cuanta verdad enmascarada hay en esta vida perruna y humana.
El relato excelente y siempre recordar a Escardó provoca un no se que de respeto, gratitud y un sin fin de cosas más......

Muy bueno esto para esta noche de tormenta. Hasta me reí bastante recordando a algunas personas y anécdotas que están retratadas en el relato.

besossssssssss

buen fin de semana!!!!

total el lunes seguiremos celebrando cinco siglos igual

CLaudia dijo...

Hola Maria del Rosario, muchas gracias por visitarme y por tu comentario. Ha sido un gusto conocer tu blog. Me llevo tu enlace para volver seguido a visitarte.
Saludos.

Rorry_la Charo dijo...

SUSU querída!!!
En estos días casi no esuve en mi blog.
Gracias por tu opinión. Tengo en mi poder uno de los ejemplares de Escardó (prestado y, que por supuesto, devolveré) y leer cada uno de ellos es una delicia.
Besos amiga...
Rorry

Rorry_la Charo dijo...

Hola Claudia
Bienvenida a este, mi blog de apuntes y cosas que me atraen. Gracias por ponerme en tus enlaces. ¿Te comenté que me subscribi para recibir tus post por e-mail? Disfruto mucho de ellos.
Un beso
Rorry

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Hola Rorry, te felicito por es blog. Nadie sabe, por què ni donde ni cuando se comienza o se pierde algo.
El destino tiene caminos impensados y eso es lo hermoso de la vida
besos
Lydia Raquel Pistagnesi

Anónimo dijo...

Muy buen puesto. Me tropecé con su blog y quería decir que he disfrutado mucho navegando por tu blog. En cualquier caso, voy a ser la suscripción a tu feed, y espero que escribir de nuevo pronto!

Anónimo dijo...

Muy buen post.

Rorry_la Charo dijo...

Muchas gracias, amigo anónimo.
Espero que mis próximos post tambien sean de tu agrado.
Rorry

Anónimo dijo...

Tenemos un poco de dificultad para suscribir el rss, en cualquier caso, he datos marcados este gran sitio, es muy útil, más llena de información.

Rorry dijo...

Amigo Anónimo
Gracias por tu comentario.
Ha agregado al blog el suscriptor pos RSS. Espero que te sea más fácil acceder ahora.
Saldo

Anónimo dijo...

Pero,vamos a ver ¿qué significa eso de que los gatófilos somos anftisemitas de los perros?Dios mio¡que disparate!A mi me gustan perros y gatos (mucho más los gatos.Cada uno tiene su caracter y personlidad.Todos los animales merecen nuestro respeto y cariño.¡todos!A mi no se me ocurriría nunca decir que los amantes de los cánidos son los antisemitas de los gatos.¡qué barbaridad!

Anónimo dijo...

Menudo nombre ese de Susurro.Chica todo bien pero es0 de que los gatófilos son los antisemitas de los perros está un poco feo en una persona tan dada a la poesía y que parece tan sensible como tu.

 
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